
Hace poco volví a leer el blog de Paul Graham en dónde nos invita a los dueños de startups, empresas y todo tipo de compañías a mantenerse en modo fundador, que en otras palabras es que estemos involucrados en todos los aspectos de nuestro negocio, recordándonos como fuimos en un principio en el momento de crear nuestras empresas, hasta sacarlas adelante.
Considero que, como CEO, mantenernos de esta forma, nos permite inculcar una cultura de innovación y fomentar agilidad en los procesos dentro de nuestras empresas. Paul Graham, destaca la importancia de este enfoque, argumentando que este modo implica que tengamos una mentalidad y un estilo de gestión que se asemeja al momento en que un startup sale al mercado y en eses entonces necesitábamos estar 100% conectados con todos los procesos, áreas y trabajadores.
Y es que, en el inicio de cualquier tipo de empresa, debimos estar profundamente involucrados en todos los aspectos del negocio, desde el momento en que desarrollamos nuestros productos o servicios hasta cómo íbamos a interactuar con los clientes para lograr ventas que nos llevaran al punto de equilibrio. En el caso de mi empresa, esta proximidad nos permitió una toma de decisiones rápida y una adaptación ágil a lo que necesitaban nuestros clientes, permitiendo a Biofile ser una startup tipo HealthTech, estable y rentable hasta hoy.
Es por esto que hoy te invito a preguntarte si ¿con el paso del tiempo y con el crecimiento que ha tenido tu marca, tu producto o servicio pasaste a ser más gerencial, a delegar a gerentes y directores de área, algunas decisiones? Si bien es cierto delegar es importante, dejar algunas decisiones y procesos puede ser un factor de riesgo que nos llega a desconectar de muchos procesos empresariales y es ahí donde debemos revaluar si debemos volver a tomar el timón al 100%.
Volver al modo fundador nos hace ser más comprometidos con todo lo que pasa en nuestra empresa, esto puede disminuir cuando nos alejamos demasiado de las operaciones diarias. Entiendo que, si hemos crecido, no podemos seguir dirigiendo una empresa de 40 o más personas de la manera en que lo hacíamos cuando teníamos 3 o 10; pero si debemos esforzarnos por mantener el contacto con la totalidad de nuestros empleados y tomar de decisiones informadas de nuestros directores de área, pero siempre estar al tanto en lo posible.
Y es que dentro de las ventajas del “Founder Mode”- Modo fundador, Graham argumenta que nos permite a los fundadores hacer cosas que los gerentes no pueden, como involucrarse en los detalles y tomar decisiones rápidas y ágiles. Este enfoque ha demostrado ser más efectivo, ya que al mantener el control nuestros negocios a tienden a tener un crecimiento más rápido y sostenido en el tiempo.
Al final, mantenerse en modo fundador no solo beneficia a la empresa en términos de crecimiento y adaptabilidad, sino que también asegura que la visión y los valores originales para que permanezcan en el corazón de la organización a medida que evoluciona. Para obtener más información sobre este enfoque, se puede consultar el blog de Paul Graham.
Por otro lado, nos evita perder el contacto con la realidad de nuestros negocios, el estar verificando procesos, avances y participar en las operaciones diarias, nos permitirá entender los desafíos y oportunidades que tenemos para desarrollarnos más desde aspectos, organizacionales, tecnológicos de producto o mejora de servicio, de entender a nuestos clientes y por supuesto a nuestros trabajadores.
Varios CEOs han logrado mantener el «modo fundador» a lo largo del tiempo, como ejemplo que nos recuerda que su éxito radicó en su participación activa y continua en la gestión y dirección de sus empresas: Brian Chesky de Airbnb, Elon Musk de Tesla y SpaceX, y Mark Zuckerberg de Meta.
Estos líderes mantienen el impulso innovador en el centro de sus estrategias empresariales, reflejando una preferencia por un liderazgo apasionado y una visión consistente. Así mismo debemos enfrentar el desafío de equilibrar nuestra visión estratégica con las demandas operativas diarias.
Según estudios de McKinsey, hasta el 45% de los resultados de una empresa pueden atribuirse a la influencia del CEO. Para mantener la balanza equilibrada y no agitarnos o volvernos controladores debemos ser claros en nuestros procesos y filosofía de dirección clara, asegurándonos de que cada miembro del equipo comprenda cómo su trabajo
Para esto debemos priorizar, delegando tareas con decisiones informadas y así podemos tomar las más estratégicas. La autogestión y el desarrollo de habilidades directivas son cruciales para mantener este equilibrio, lo que incluye que reconozcamos el trabajo bien hecho y fomentemos la autogestión. Lograremos el equilibrio mediante una combinación de visión estratégica, comunicación efectiva, delegación inteligente y una sólida conexión con el equipo de trabajo.
De esta manera crearemos una cultura en donde los CEOS podemos inspirar a nuestro Talento Humano a ser como nosotros, comprometidos, incansables y visionarios. Recuerda que nuestros equipos nos observan y replican muchas veces lo que nosotros somos. Si nos involucramos con ellos, de igual manera ellos lo harán.
El “Founder Mode” no es solo una moda pasajera, sino una estrategia de gestión que puede ofrecer ventajas significativas en el crecimiento y éxito de una empresa. A medida que más fundadores compartamos nuestras experiencias, es probable que este enfoque lo entiendan más personas y que se pueda adoptar más en el mundo empresarial.