
Los CEOs enfrentamos el desafío de gestionar equipos de trabajo compuestos por diversas generaciones, cada una con sus propias expectativas, valores y estilos de trabajo. Algunas veces podemos enfrentar inconvenientes con las brechas generacionales y debemos actuar a tiempo para fomentar en nuestro talento humano la capacidad de trabajar con diferentes tipos de personas, diferentes temperamentos, y edad.
Para logarlo los debemos promover una cultura de inclusión y respeto, permitiéndole a los equipos que puedan comprender y reconocer que cada generación aporta perspectivas únicas y valiosas. DAsí mismo, podemos fomentar una cultura organizacional en donde todos los empleados se sientan valorados y escuchados, independientemente de su edad. Como estrategia podemos organizar programas de mentoría que faciliten el intercambio de conocimientos entre trabajadores de diferentes edades.
El fomentar una cultura de aprendizaje intergeneracional es una base para promover diversas actividades y proyectos que requieran de la colaboración entre empleados de diferentes edades. Esto nos facilitará el intercambio de conocimientos y experiencias, mejorando la unidad del equipo enriqueciendo la base de conocimientos de nuestras empresas.
Por otro lado, la empatía y la comprensión son fundamentales para que como directivos podamos comprender las motivaciones, expectativas y formas de desempeño laboral de cada generación. Con el fin de obtener una visión clara de cómo asumen nuestros empleados sus funciones y de qué manera se complementan entre sí.
Para lograrlo es necesario mantener una comunicación constante de doble vía y apoyarnos de diversos canales como los chats de grupo, el Teams, las plataformas tecnológicas que usamos para la gestión de tareas desempeño, algunas herramientas de colaboración en línea que nos permitan tener información y retroalimentación entre todos los equipos de trabajo. de esta manera podemos asegurarnos de que todos estén informados y puedan conocerse más al expresar sus ideas, logros y formas de solucionar los retos laborales.
Como CEO considero que la tecnología nos puede ayudar en varios procesos de unificación de nuestros equipos multigeneracionales. Si bien es cierto las últimas generaciones salen más ávidas para el manejo de tecnologías, el conocimiento y la experiencia de personas que son de generaciones X y hasta Z se complementa perfectamente. La motivación es clave en generaciones de personas más mayores a veces tienden a bloquearse con el uso de las tecnologías y en este caso podemos integrar la habilidad de un empleado de generación millennial para que tenga una mentoría con el empleado de otra generación que tenga menos habilidad tecnológica y de esta manera fomentamos el intercambio de conocimiento y el apoyo mutuo.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se estima que para el año 2025, el 75% de la fuerza laboral mundial estará compuesta por millennials y la generación Z. Esta transición demográfica implica la necesidad de adaptar los entornos laborales y las prácticas de gestión para favorecer la colaboración intergeneracional. Un caso de éxito que leí recientemente sobre el tema es el de la compañía Johnson & Johnson, que implementó programas de mentoría inversa donde los baby boomers, (es decir personas que cuentan con empleados de 56 años o más) comparten sus conocimientos con los más jóvenes, mientras estos últimos aportan su experticia en tecnología y nuevas tendencias. Esta estrategia aumentó la productividad y la retención de talento en esta empresa.
Por todo esto es importante que desarrollemos líderes inclusivos, abiertos a los cambios, oportunidades a relacionarse asertivamente con sus equipos de trabajo, que fomenten el compañerismo y el respeto por cada miembro de la empresa que puedan entender la importancia de complementarnos en habilidades y conocimientos. De esta manera romperemos esas brechas y lograremos unidad y un mejor funcionamiento de la empresa.
Dorian