
La salud mental de los CEOs y emprendedores es un tema de creciente preocupación. Según un estudio de la Universidad de Berkeley, el 72% de los emprendedores enfrenta problemas de salud mental. Además, un informe de Hubspot al medio financiero la República revela que el 63% de los CEOs sufren del síndrome de burnout (cronificación del estrés laboral que da lugar a una sensación de agotamiento generalizado), el 59% padece ansiedad, el 47% experimenta depresión, el 24% tiene déficit de atención, el 14% abusa de sustancias y el 3% son diagnosticados con trastorno bipolar.
Estas cifras demuestran que como directivos tenemos la responsabilidad de mantener nuestra salud mental en equilibrio. esto es crucial para logar nuestros objetivos personales y empresariales. Como altos directivos enfrentamos una presión constante al momento de tomar decisiones estratégicas, gestionar equipos y cumplir con las expectativas de los accionistas, socios; todo esto nos lleva a altos niveles de estrés y agotamiento.
¿Pero cómo podemos mantener nuestra salud mental en cualquier momento o circunstancia?
Primero, es esencial que reconozcamos la importancia del cuidado de nuestra salud mental y priorizarla tanto como la salud física. Esto implica que debemos ser conscientes de los signos de estrés y agotamiento, con el fin de tomar medidas para gestionarlos. La autoevaluación regular y la búsqueda de retroalimentación de colegas y mentores pueden ayudarnos a identificar problemas relacionados al estrés, antes de que se conviertan en crisis.
Así mismo es fundamental que desarrollemos un equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Como ejecutivos debemos establecer límites claros entre nuestra vida laboral y personal y de esta manera podemos evitar el agotamiento crónico. Esto puede incluir la delegación de tareas, la gestión efectiva del tiempo y la creación de un horario que nos permita tiempo para la familia, los amigos y las actividades que nos ayudan a relajarnos. Tomarnos el tiempo para desconectarnos del trabajo y participar en actividades que nos apasionen puede ser muy beneficioso para nuestro bienestar mental.
La práctica de técnicas de manejo del estrés, como la meditación, la práctica de deporte y el yoga, puede ayudarnos a mantenernos centrados y tranquilos. Estas actividades nos permiten reducir el estrés, y mejorar otros aspectos como la concentración y la claridad mental, lo que en nuestro rol de directivos nos ayuda a tener una mejor toma de decisiones. Además, el ejercicio regular es una excelente manera de que podamos liberar tensiones y mejorar nuestro estado de ánimo.
Por otro lado, es importante contar con una red de apoyo de colegas, amigos, familiares y profesionales de la salud mental, para buscar consejos que pueden aliviar la carga emocional y proporcionar nuevas perspectivas del entorno profesional.
La creación de un entorno de trabajo positivo y de apoyo también es vital. Deben fomentar una cultura organizacional que valore la salud mental y el bienestar. Esto puede incluir la implementación de políticas de trabajo flexible, la promoción de un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal, y la provisión de recursos y apoyo para la salud mental. Un entorno de trabajo positivo no solo beneficia a los empleados, sino que también mejora la productividad y la moral general de nuestras organizaciones.
De igual forma, es importante que busquemos ayuda profesional cuando sea necesario. No debemos dudar en consultar a un terapeuta o consejero si estamos experimentando niveles elevados de estrés o síntomas de agotamiento. La terapia nos puede proporcionar herramientas y estrategias para manejar el estrés para mejorar la salud mental.
Al reconocer la importancia de la salud mental, seremos personas más equilibradas y mejores directivos y esto se verá reflejado en nuestra empresa.