
Estuve participando en la Semana de la Comunicación de la Universidad de La Sabana, un espacio que se centró en un mensaje clave la Inteligencia Artificial (IA) y cómo los profesionales en comunicaciones pueden hacer un uso eficiente de ella, convirtiéndola en su mejor aliada.
Como CEO de Biofile, una plataforma que automatiza procesos en el sector salud, he comprobado que la eficiencia tecnológica tiene un fin superior, la humanización del servicio. Si aplicamos este principio a la comunicación, la IA debe ser vista por el comunicador social y el periodista como el asistente estratégico que se encarga de las tareas repetitivas y de bajo valor creativo.
Esto incluye la automatización de tareas rutinarias como la transcripción de entrevistas, o puede ayudar a hacer el resumen de grandes volúmenes de datos con (big data), la organización de infografías y la redacción de borradores de contenidos informativos y rutinarios.
Todo esto le va a permitir una ganancia de tiempo para que ellos le pongan el toque más humano al delegar la información más mecánica, el comunicador gana tiempo para dedicarse a las funciones que solo un humano puede ejecutar con excelencia: la investigación profunda, el juicio ético, la narrativa compleja y la conexión empática con la audiencia.
Con mi experiencia en el sector salud podemos hacer un paralelismo directo: en Biofile «Suite profesional para prestadores de salud» utilizamos la automatización para optimizar los procesos médico -administrativos. ¿El resultado? Los profesionales se liberan de tareas y trámites engorrosas y pueden «prestar un servicio más humano a sus pacientes».
Creo que, la clave reside en que la IA lleva al comunicador que se especializa en comunicación empresarial a un rol de estratega de alto nivel. El valor del profesional no estará en la cantidad de contenido que genera, sino en su capacidad para dirigir y dar propósito a las herramientas tecnológicas.
Además, la IA proporciona el análisis; mientras que el comunicador aporta la intención, la ética y la historia. Por ello, el futuro de esta y todas las profesiones está en forjar una alianza estratégica que use la capacidad analítica para amplificar el mensaje y su impacto social en el ser humano.
Entonces los invito a relacionarnos mejor con la IA, a quitarnos el estigma que es competencia de los profesionales y hacerla nuestra mejor herramienta de trabajo.
Dorian