
Desde mi trayectoria como emprendedor, he enfrentado los desafíos propios para construir un negocio. En este camino la creatividad y la innovación nos permiten que nuestras empresas se mantengan y crezcan. Y como desarrollador de tecnología, hallé en la Inteligencia Artificial (IA), la perfecta aliada para potenciar para potenciar estas cualidades en mi equipo, tanto en el desarrollo de software, como en diversas áreas de la empresa.
Para los empresarios que aún ven la IA con cautela, o los trabajadores que la ven como una amenaza. Quiero compartirles desde mi experiencia que cuando la integramos a nuestro día a día y aprendemos a implementarla de forma estratégica y con una mentalidad abierta. Se convierte en una herramienta que libera el potencial creativo y la capacidad de innovación que está guardada en cada uno de nuestros colaboradores.
Sin embargo, todavía tenemos estigmas y el principal obstáculo para unir la creatividad con la IA, somos nosotros mismos. Entonces debemos cambiar esa mentalidad empezando por nosotros mismos e iniciar involucrándola en solucionar tareas rutinarias y repetitivas. Poe ejemplo: pensemos en un diseñador gráfico que dedica horas a tareas de retoque básicas, un analista de datos que pasa días organizando hojas de cálculo, o un especialista de servicio al cliente que brinda argumentos una y otra vez con estructuras similares a los usuarios o consumidores de su producto o servicio. Si bien consideramos estas como esenciales, nos consumen tiempo y energía mental que, si cuentan con su ayuda, nos dejaría tiempo para desarrollar nuevos proyectos e innovaciones.
Este mismo principio se extiende a otras áreas funcionales de una empresa. En finanzas, la IA puede automatizar la conciliación de cuentas y la detección de fraudes, permitiendo a los analistas enfocarse en la estrategia de inversión y la modelización predictiva. En recursos humanos, puede agilizar la selección de candidatos y la gestión de beneficios, liberando a los profesionales para diseñar programas de bienestar innovadores o estrategias de retención de talento. En el servicio al cliente, los chatbots y asistentes virtuales resuelven consultas básicas, permitiendo a los agentes humanos dedicarse a interacciones más complejas que requieren empatía y resolución de problemas de alto nivel. La IA elimina la fricción de lo repetitivo, abriendo espacio para el pensamiento de valor.
Por otro lado, pensemos en que los generadores de ideas impulsados por IA, aunque no pueden «sentir» o «pensar» como un humano, nos ayudan analizar grandes volúmenes de datos, patrones y tendencias de un sector en dónde una persona no puede llegar a realizar. Por ejemplo, puede brindar soluciones para desarrollar un nuevo enfoque para servicio al cliente y analizar datos de usuarios satisfechos, vs usuarios insatisfechos con datos de interacciones pasadas. Si bien algunos que arrojó no eran tan viables, otros nos abrieron los ojos a posibilidades completamente nuevas.
Entonces una idea de la IA a veces no se aplica inmediatamente, pero sus sugerencias nos ayudan a pensar de forma innovadora y así podemos llegar a una solución que supere expectativas.
Para innovar, necesitamos comprender las últimas tecnologías, las necesidades del usuario y cómo se comporta nuestro sector. Esta información, analizada por la tecnología y clasificada de manera clara, no solo informa, sino que estimula la imaginación y la capacidad de nuestros equipos para anticipar el futuro y diseñar soluciones que respondan a las demandas del mañana.
Este proceso rara vez es el resultado del trabajo individual, requiere de colaboración, intercambio de ideas y un entorno que fomente la experimentación y el aprendizaje de los errores.
Así mismo, puede actuar como un «cerebro colectivo virtual”, en otras palabras, es como un asistente para el conocimiento que permite a tu equipo compartir ideas y recibir retroalimentación instantánea. Por ejemplo, en proyectos de diseño de productos, nos ayudaría a consolidar y a visualizar las contribuciones e ideas que generamos como humanos, señalando inconsistencias o áreas de mejora que de otro modo pasarían desapercibidas. Esto acelera el proceso creativo y asegura que todas las voces sean consideradas.
Como empresarios, nuestra responsabilidad no se limita a adquirir tecnología. Debemos ser los líderes de la transformación, en un entorno donde la IA sea vista como un socio y no como un competidor.
Dorian