
Acabo de regresar de la Conferencia Nacional y Latinoamericana de Interoperabilidad en Salud que se celebró en Bogotá y salí con una fuerte sensación de optimismo y claridad.
Lo que más me impactó no fue solo la tecnología, sino la forma tan sencilla en que los expertos explicaron cómo la interoperabilidad puede cambiar la vida de las personas. En palabras simples: se trata de lograr que todos los sistemas de salud «hablen el mismo idioma«.
Imaginen a un paciente que visita diferentes médicos y laboratorios. A menudo, sus datos quedan dispersos en distintos lugares. Pues bien, la interoperabilidad y sus estándares, como el famoso HL7 FHIR que tanto mencionaron, son la clave para que esa información se una en un solo lugar. HL7 y su red internacional de miembros nos dan un marco integral para el intercambio, la integración, el registro y el uso compartido de la información de salud electrónica.
Estos estándares definen cómo se empaqueta y comunica la información, estableciendo el lenguaje y la estructura necesarios para una integración perfecta entre los sistemas. Al respaldar la práctica clínica, la gestión y la prestación de servicios, HL7 se ha consolidado como el estándar más utilizado en el mundo.
Durante la conferencia, vivimos un intenso «HL7 Camp» de dos días donde se abordaron temas clave. El primer día se centró en la formación práctica en estandarización, con talleres de complejidad básica e intermedia que cubrieron los Fundamentos HL7 FHIR, el manejo del CQL (Clinical Query Language), el desarrollo de Guías Nacionales de HL7 FHIR y la implementación de Servicios Nube HL7 FHIR y Transformers.
El segundo día estuvo dedicado a conferencias y paneles sobre casos de éxito y retos del sector. Se presentaron ponencias magistrales como «Hospitales on FHIR» y «Superando silos y efectos domino», así como la ruta hacia el éxito en Proyectos de Interoperabilidad, con la presentación de casos reales de empresas como Ecopetrol, Keralty y Avvale.
Además, se realizaron paneles fundamentales sobre Colaboración y competitividad: Ecosistemas de información potenciando el sector; la IA en salud y el uso de estándares de información; y los Mitos, Retos y Realidades en proyectos de interoperabilidad, con la participación de líderes del Ministerio de Salud y ADRES.
Todo lo expuesto a los asistentes nos dejó muy claro que, gracias a estos estándares, los datos en salud serán cada día más protegidos, se podrán consultar más rápido y habrá una mayor interoperabilidad que es el intercambio de la información a cualquier momento, o plataforma o dispositivo médico.
Al tener toda la historia clínica a la mano, el médico toma decisiones mejor informadas. Además, la interoperabilidad ayuda a que los procesos sean más eficientes para todos. Las IPS y consultorios pueden ahorrar tiempo y recursos, mientras que el personal médico puede concentrarse más en el paciente y menos en la burocracia de buscar datos perdidos.
La experiencia también me hizo reflexionar sobre el gran potencial que tenemos en América Latina para desarrollar tecnologías y en especial software para el sector salud. Con este tipo de eventos que fomentan la conexión entre los distintos actores de la salud, estamos un paso de contar con información médica 100% segura e interoperable.
Desde mi empresa Biofile «Suite profesional para prestadores de salud» continuaremos liderando procesos de innovación para mejorar la calidad de vida de quienes nos cuidan. Nuestra participación activa en estos eventos nos hace un software médico más robusto y comprometido con los estándares internacionales.
Dorian